El conductor del vehículo “atropelló a un cierto número de peatones” en un punto muy concurrido del centro de esta ciudad del sudeste de Australia, informó la policía.
“En base a lo que hemos visto, creemos que es un acto deliberado. Se desconocen las motivaciones”, dijo a la prensa el comandante de policía Russell Barrett.
La policía del estado de Victoria detuvo al conductor, un australiano de 32 años de origen afgano, conocido por los servicios policiales por delitos de tránsito y “agresiones menores”, así como por tener problemas mentales y consumir estupefacientes.
El conductor “tiene un historial de problemas de drogas y de salud mental [...] Por ahora no tenemos ninguna prueba ni ninguna información que indique un vínculo con el terrorismo” o con el extremismo, afirmó el comisario en jefe, Shane Patton, a la prensa en en la ciudad de Melbourne.
Dos detenciones
El primer ministro del estado de Victoria, Daniel Andrews, se refirió al atropello como un “acto maléfico, cobarde y deliberado”. El balance es de 19 heridos, cuatro de ellos en estado grave, indicó.
El canal de televisión Sky News Australia afirmó que un niño de corta edad con una herida en la cabeza había sido hospitalizado en estado grave.
La televisión explicó, citando a testigos, que un Suzuki Grand Vitara con dos hombres en su interior embistió a la multitud y no dio señales de haber intentado reducir la velocidad.
La policía pidió a través de Twitter a los testigos que suban a un sitio en internet las imágenes de que puedan disponer para ayudarlos con la investigación.
El atropelló se produjo casi un año después de que en enero un coche embistiera deliberadamente a una multitud en el centro de Melbourne matando a seis personas.
El gobierno de Australia ha empezado a preocuparse más por el extremismo local y, según las autoridades, en los últimos años se evitaron 13 atentados en territorio australiano.
Gobierno en prevención
En agosto, el ejecutivo desveló una estrategia dirigida a evitar los atentados con vehículos en espacios públicos concurridos, después de los ataques en ciudades europeas como Barcelona (agosto de 2017), Londres (junio de 2017) y Berlín (diciembre de 2016).
El más mortífero de todos ellos fue en Niza (Francia) en 2016, cuando el tunecino Mohamed Lahouaiej-Bouhlel, de 31 años, embistió con un camión durante las celebraciones del 14 de julio, matando a 86 personas.
La guía del gobierno australiano, destinada a los organizadores de eventos y a las autoridades locales, ofrece consejos para evaluar la vulnerabilidad de los sitios, incluyendo ataques con automóviles.